Basta recordar que entre 1972 y 1990 la cobertura del suministro de agua presenta un déficit del 53.8% en la ciudad, tan solo con la planta Caldas operando; y no solo eso, el suministro se hace solo durante tres horas, tres veces a la semana: lunes, miércoles y viernes. La precariedad era tal que a los barrios del sur se repartía a través de una estación de bombeo en el barrio Juan XXIII, mientras los usuarios pagaban tarifas diferenciales.
La Empresa de Servicios de Florencia, SERVAF S.A.E.S.P., no solo está ligada al desarrollo de la capital del Caquetá, sino que es soporte fundamental en ese proceso. Las carencias de hace 30 años no son las mismas de hoy; gracias, entre otros factores, al surgimiento de esta organización cuyo principal objetivo es llevar agua a todos los habitantes, en todos los rincones.
Esta crítica situación que obliga a las autoridades a controlar el crecimiento, Planeación Municipal niega una y otra vez los permisos para la construcción de nuevas urbanizaciones. El estancamiento urbano se hace evidente en medio de la inconformidad generalizada, lo que en parte conduce en 1986 a la contratación del plan maestro de acueducto y alcantarillado cuya terminación se define en 1989, gracias a una firma fiduciaria.
Y es en 1990 cuando entra a funcionar la unidad ejecutora encargada de la gerencia y control de las obras para el plan maestro de acueducto y alcantarillado. En ese contexto, se liquida ISERVA, en 1992, y se crea el 24 de julio del mismo año la Empresa de Servicios de Florencia, SERVAF S.A. E.S.P., con el objeto social de suministrar agua potable, lo más valioso para la vida.
Un valioso componente humano toma las riendas de la empresa, con Nicolás Gallego Londoño como primer representante legal. Una serie de ajustes graduales son necesarios, acudiendo entre otras cosas al préstamo de dinero con el sector privado, pagando intereses hasta el 10% para cumplirle a los empleados. Difícil trance que, sin embargo, no impide el crecimiento gradual.
Es así como en 1993 se culmina la última fase del plan maestro de acueducto y ese mismo año entra en funcionamiento la línea de aducción que lleva el agua desde la bocatoma El Caraño hasta la planta de tratamiento de agua potable El Diviso; enviada desde allí al tanque Malvinas, ubicado en el barrio Piedrahíta, para distribuir agua a la comuna sur de Florencia.
La puesta en servicio de la planta de tratamiento El Diviso se da en 1995 y en 1996 sucede otro tanto con la planta de tratamiento Caldas, para alcanzar de esa forma una cobertura del 70%. En 2001, la capacidad instalada de El Diviso pasa de 300 litros por segundo a 500 litros; logro que se traduce en una cobertura del 85%.
En 2003, la cobertura del servicio de agua potable pasa al 93%, llegando a la comuna del sector nororiental, donde se benefician 1124 familias. Un año después, en 2004, la junta directiva orienta sus inversiones y su accionar hacia la disminución del índice de agua no contabilizada, estimado en un 61% y poco a poco llega a un 42%.
La implementación de equipos de macromedición, válvulas reguladoras de presión, más un sistema de telemetría y telecontrol, permite hacer monitoreo en tiempo real y realizar consultas de registros históricos de las diferentes variables hidráulicas, como los grandes acueductos de Colombia. Un paso más en la dirección correcta.
Llega el año 2008 y SERVAF S.A. E.S.P. comienza a administrar el 46% de las redes de alcantarillado, entregadas por el municipio de Florencia; a la fecha, su cobertura administrativa es del 67% de la ciudad. En esa labor, se esmera por concientizar a los usuarios en el uso adecuado de las redes domiciliarias de alcantarillado, conforme al plan de saneamiento y manejo de vertimientos.
En 2009, la entrega del tanque de 4400 metros cúbicos garantiza el suministro de agua las 24 horas del día para los barrios del sur y ese mismo año se obtiene la acreditación del laboratorio de calibración de medidores de agua. Logro que posiciona a SERVAF como la única empresa acreditada para prestar este servicio en el sur del país.
En 2016, se pone en marcha la operación del nuevo módulo de tratamiento en El Diviso, con una capacidad instalada de 150 litros por segundo, garantizando la continuidad de la prestación del servicio de acueducto a los florencianos en cualquier época del año. Se resuelven de este modo los altos niveles de turbiedad que se presentan especialmente durante temporadas de lluvia.
En 2022, SERVAF mantiene una cobertura del 99%, producto de grandes inversiones y la permanente capacitación del equipo humano; todo, pensando en el bienestar de los ciudadanos.
Mención aparte merece la adquisición en 2008 del vivero PACHAMAMA, que significa madre tierra. Su objetivo es producir material vegetal para ser sembrado aguas arriba de las cuencas, microcuencas de las fuentes abastecedoras del acueducto municipal, ayudando a garantizar la disponibilidad y la calidad del recurso hídrico. El programa de reforestación ecológica, lo mismo que las huertas caseras, el saneamiento básico rural y las jornadas ecológicas aportan al mismo fin.
A lo anterior se suma el laboratorio de aguas, que ha evolucionado a través del tiempo en infraestructura, capital humano y elementos de última tecnología, para monitorear el agua que sale de las plantas de tratamiento de la red de conducción y permitiendo establecer que el agua administrada por la empresa es de calidad, conforme a los parámetros establecidos por el gobierno nacional y sus entes reguladores.
Cada acierto es la síntesis de la unión de voluntades, esfuerzos y recursos, año tras año, bajo la dirección, además de Nicolás Gallego Londoño, de Jaime Alfonso Barrera Gantiva, Luz Marina Hurtado Perdomo, Álvaro Torres Cadena, Miguel Ángel Ramos, Sandra Milena Rojas, María Constanza Oviedo, Juan Francisco Barrios, Carlos Ariel Baena, Hernán Salazar Polanía, Álvaro Torres Cadena, Diego Ramírez Osorio y José David Garzón Riveros en la actualidad, bajo la dirección de Garzon Riveros SERVAF está creciendo a pasos agigantados en prestación del servicio y cobertura a toda la ciudad, gracias a espacios de concertación que le han permitido a los Florencianos ser usuarios formales de una empresa que durante años ha entregado bienestar y calidad de vida a los ciudadanos.
